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¿Soy capaz de aceptarme?

Imagina que llevas toda la vida queriendo tener un peso inferior, con la idea de que, cuando lo consigas, serás más feliz, te verás más guapa, tendrás un mejor trabajo, harás más amigos. Piensa que, de pronto, vas acercándote a ese objetivo, pero sigues sin ser feliz, sin verte guapa: aun tienes un trabajo que no te gusta demasiado y tu círculo de amistades se mantiene pequeño. ¿Qué ocurriría? que probablemente prefieras «engañarte» y volver a la postura fácil, aquella en la que tienes la excusa para no hacerte responsable de como te sientes y como te ves.
Muchas veces sentimos la necesidad de comer y no es hambre real, fisiológica, simplemente ese impulso de comer en ocasiones es nada más y nada menos que la necesidad de sentirse llena en la vida…esa sensación de llenura nos hace muchas veces sentir satisfechas de alguna manera, como cuando hacemos muchas cosas y sentimos que el día nos ha cundido. La exigencia hacia uno mismo, la necesidad de llenarse de actividades, de obligaciones…. nos genera el anhelo de sentirnos lleno(de comida)¿Por qué? porque en la vida muchas veces no nos sentimos llenos, y lo que intentamos hacer es calmar ese vacío con comida. El vacío asusta, tanto o más que el silencio.
La necesidad inminente de necesitar comer, es un mero impulso inconsciente. Cuando se toma conciencia de él y se elige no comer, el impulso se desvanece. Cuando tengas esa necesidad pregúntate: ¿Realmente lo quiero?¿Qué es lo que verdaderamente necesito?
Esto no quiere decir que a ti te suceda por el mismo motivo, a través de tu vivencia personal descubrirás tus causas de querer estar llena todo el tiempo o de comer todo el tiempo, no tiene porqué ser vacío, debes encontrar el motivo que subyace a tu necesidad de comer, incluso considero que la causa puede variar en el tiempo, así que el trabajo de auto observación debe ser permanente. Sea cual sea el motivo que se descubra en un momento dado, el hambre emocional se reduce, o incluso desaparece, en cuanto se empieza a cubrir esa carencia, y si no puedes cubrirla, al menos aceptarla, es como cuando nos abrazarnos porque nos aceptamos a nosotros mismos como somos.

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